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EDITORIAL

Victoria de Girón: 55 años en la Educación Médica Superior en Cuba

 

El pasado 17 de octubre del corriente año 2017 se conmemoró el 55 aniversario de la fundación del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", institución que ha devenido centro rector para la educación médica en el área de las ciencias básicas biomédicas en Cuba. En la ocasión de esta significativa celebración el Dr. Rolando A. Hernández Fernández, destacado profesor de este centro, realizó una hermosa intervención donde se recoge el significativo papel que Victoria de Girón ha tenido durante sus 55 años de dedicación a la formación de profesionales de la salud.

Educación Médica Superior se complace en ceder su espacio editorial al Dr. Rolando Hernández a fin de que nuestros lectores puedan leer y conservar tan destacada pieza oratoria estrechamente vinculada con nuestra línea editorial.

Dr. Rolando A. Hernández Fernández.

Profesor Titular del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón".

Intervención en la inauguración del evento científico "Jornada 55 Aniversario. Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón" el 17 de octubre de 2017.


"Cuba, palmar vendido,

sueño descuartizado,

Duro mapa de azúcar y de olvido….

…………………………………………..

El hombre de tierra adentro

está en un hoyo metido,

muerto sin haber nacido,

el hombre de tierra adentro.

Y el hombre de la ciudad

Ay, Cuba, es un pordiosero;

Anda hambriento y sin dinero,

Pidiendo por caridad.

Aunque se ponga sombrero

Y baile en la sociedad.

(Lo digo en mí son entero,

Porque es la pura verdad.)

Hoy yanqui, ayer española,

Sí, señor,

La tierra que nos tocó,

Siempre el pobre la encontró

Si hoy yanqui, ayer española.

¡Cómo no!

¡Qué sola la tierra sola,

la tierra que nos tocó "

Con esta síntesis poética magistral, Nicolás Guillén describía la situación del país en la primera mitad del siglo XX. Trabajadores sin trabajo; campesinos sin tierra; escolares sin escuelas y maestros sin aulas; enfermos sin médicos y médicos sin enfermos; escudo sin soberanía y bandera sin independencia. De República teníamos solamente, como dijera el compañero Fidel, "un color en el mapa, un escudo y una bandera". Eso era todo y nada más.

Pero quiso el destino que año nuevo, vida nueva y Revolución nueva coincidieran el primero de enero de 1959 cuando Fidel Castro al frente del Ejército Rebelde descendió de las montañas para dar un vuelco total a la situación del país. Entonces el poeta dejo de decir "hoy yanqui, ayer española" para decir:

"Te lo prometió Martí

Y Fidel te lo cumplió ".

Desde entonces Cuba fue total, completa y absolutamente cubana. Parafraseando al poeta podemos decir "Qué bella la tierra hermosa, la tierra que nos tocó".

Cumpliendo una de las promesas hechas en La Historia me Absolverá la Revolución triunfante se propuso la transformación total del sistema sanitario imperante. Ya a los pocos meses del triunfo se tomaron decisiones importantes. Lo primero fue la transformación del vetusto Ministerio de Salubridad y Asistencia Social en el Ministerio de Salud Pública, con tareas y objetivos nuevos. A continuación, la nacionalización de las instituciones médicas privadas como una manera de garantizar que la atención medica llegara a la población de forma gratuita. Más adelante se establecería el servicio médico rural para que la atención tuviera carácter universal. Atención médica gratuita y universal, una promesa cumplida.

Estas medidas no fueron del agrado de los médicos que veían en la profesión un negocio y no la vocación de servir a los demás. Y con un sentimiento egoísta y atraídos por el canto de sirena del imperialismo decidieron abandonar el país. Más de la mitad dejaron atrás sus enfermos. Ahora con todos los médicos con trabajo había de nuevo enfermos sin médicos.

Este éxodo masivo de los médicos ponía en peligro los planes de la Revolución sobre la asistencia médica a la población. La respuesta de la Revolución no se hizo esperar. Primero se convocó a los bachilleres cuyos títulos solo habían servido para adornar las salas de sus casas con el regocijo de padres y abuelos a reincorporarse a los estudios especialmente de medicina. Así nació la primera remesa. Después se llamó a aquellos que no habían concluido el bachillerato principalmente por problemas económicos a recibir un curso de nivelación que los prepararía para estudiar medicina. La respuesta de los jóvenes a este llamamiento fue tal que se estimó que las instalaciones de la escuela de medicina no serían suficientes para alojarlos a todos. Así surgió la idea de crear una escuela para la enseñanza de los dos primeros años de la carrera para todos los estudiantes de medicina del país.

La realización de esos planes se retrasó por la alevosa invasión a la nación por los mercenarios al servicio del imperialismo por Playa Girón. Vencido el agresor se puso de nuevo manos a la obra.

Exactamente dieciocho meses después de la batalla de Girón, el 17 de octubre de 1962, hace hoy exactamente 55 años, comienza la historia de esta institución. Atraparla en unos pocos minutos demanda, primordialmente, una visión aeronáutica y no una visión geodésica . Era una noche fresca del otoño cubano. En el cielo estrellas y luceros contemplaban como una muchedumbre de jóvenes pletóricos de sueños, alegrías y esperanzas se congregaba en el sitio convocado, que, parodiando a un viejo tango podemos decir que " la mano del hombre su huella borró". Esa noche, en un antiguo colegio de monjas para señoritas de la alta sociedad, se inauguraba una institución educacional de nuevo tipo. El máximo guía de la Revolución dejaba claro su objetivo: formar médicos para Cuba y el mundo pobre.

Este centro además serviría como homenaje perpetuo a quienes fueron los primeros en morir en defensa de la Patria Socialista y por eso llevaría el nombre de Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón". (Fig. 1)

Aún no se había apagado el eco de las palabras Fidel, cuando el centro tuvo que interrumpir sus tareas recién comenzadas. Comenzaban los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Haciendo honor al nombre de su centro, alumnos y profesores se incorporaron a la defensa de la Patria amenazada como parte del Batallón Universitario de artillería antiaérea. Era necesario aprender y aprender rápido. En ello nos iba la vida. La diplomacia hizo innecesario el combate militar. Las crisis van y vienen, los pueblos quedan.

A la crisis siguió una calma inquieta. Unas veces más calma, otras más inquieta. Pero bajo las condiciones de aquella paz precaria, preñada de constantes amenazas y ocasionales escaramuzas, Girón pudo dedicarse a trabajar en pos del objetivo para el cual fue creado. Era necesario formar el claustro de profesores.

Al llamamiento de Fidel antiguos profesores de la Escuela de Medicina y médicos de otras especialidades decidieron correr la misma suerte que los obreros y campesinos y asumieron con honor la nueva tarea. Entre ellos se encontraban el Dr. Andrés García Gómez, quien fuera el primer director de Girón; el Dr. Pedro Pablo Cabal, uno de los trece profesores universitarios que no cambió su deber por las villas y castillas ofrecidas por el imperialismo; el enciclopédico Roberto Douglas Pedroso; el dinámico Miguel Fernández León; el jovial Luis Vicente García Gómez, el Dr. Roberto Alonso Borges, único médico dedicado a la Bioquímica en Cuba y el apacible Armando Seuc Siuc. También en ese primer grupo se encontraba la compañera Ela Reyes Pita que aún se encuentra entre nosotros. En este momento un recuerdo emocionado para el Dr. Pedro Baeza Vega, quien fiel a su condición de profesor, exhaló el último aliento mientras enseñaba fisiología a sus alumnos.

Si queremos darle continuidad a la existencia de Girón lo primero es reconocer y respetar la obra de sus fundadores. Con sus aciertos y sus errores. Con sus avances y sus retrocesos. Porque lo que hoy somos a ellos se lo debemos en gran medida.

La carencia de profesores fue compensada en gran parte con la creación del movimiento de alumnos ayudantes, que preparados por los profesores, desarrollaban las actividades prácticas. Fue un movimiento fuerte y en extremo útil que durante casi veinte años apoyó el trabajo de los profesores. Algunos de los aquí presentes fuimos parte de él. Con el tiempo otros criterios se impusieron y el movimiento de alumnos ayudantes pasó a ser solamente un recuerdo. Hoy se intenta revitalizarlo, pero es más fácil mantener lo que se tiene que recuperar lo perdido.

La primera gran tarea que la Revolución le encomendó a Girón fue la de existir, y Girón la cumplió prontamente y con dignidad, como ha sabido hacerlo durante cincuenta y cinco años. (Fig. 2)

Una característica esencial de Girón en todos estos años es su vocación internacionalista. Girón ha sido en parte fruto de la solidaridad internacional. Durante estos 55 años han llegado profesores procedentes de Hungría, Bulgaria, Unión Soviética, República Federal de Alemania, México, República Dominicana, Chile, Ecuador, Argentina y hasta de los propios Estados Unidos. De la primera hornada aún contamos entre nosotros con el profesor Ernesto Mario Bravo Matarazzo quien llegó y aquí se quedó para nuestra satisfacción y regocijo.

En reciprocidad con esa solidaridad, ya desde los primeros años de su existencia, hemos recibido alumnos de todas partes del mundo. Del Asia, de Europa, de África, de América Latina y Las Antillas.

Guardamos un recuerdo especial de los estudiantes vietnamitas que en el primer semestre necesitaron ayuda de los cubanos y en el segundo eran ellos quienes prestaban la ayuda. De la peruana Marta Montano cuyas palabras en defensa de la Revolución Cuba en el documental de Estela Bravo aún nos emocionan. Y de los bolivianos Freddy Maimiura Hurtado y Mario Gutiérrez Ardaya quienes, salidos de estas aulas se incorporaron a la guerrilla del Che en Bolivia y junto a él combatieron y murieron heroicamente.

Pero el carácter internacionalista también se ha manifestado con la presencia de nuestros profesores allende los mares. Primero en la fundación de escuelas de medicina en Yemen del Sur, Etiopia y Guinea Bissau. Después contribuyendo tanto en pregrado como en posgrado con escuelas ya existentes en Mozambique, República Sudafricana, República Popular de Angola, República Dominicana, Bolivia, Nicaragua, Perú, Ecuador y la República Bolivariana de Venezuela.

En los tiempos de la fundación de Girón, en Cuba no existían especialistas en Ciencias Básicas, pero éstos comenzaron a formarse cuando en 1965 se crea el Centro Nacional de Investigaciones Científicas. Así llegó a nuestro centro una segunda hornada de profesionales, pero esta vez especializados en cada una de las ciencias básicas biomédicas. De la primera promoción es el Dr. Nibaldo Hernández Mesa, alumno fundador y alumno ayudante que aún se encuentra entre nosotros y con su trabajo y dedicación ha alcanzado la categoría docente especial de Profesor de Mérito. Otros vinieron después, algunos de ellos ya no están físicamente entre nosotros, pero perduran y perdurarán en nuestro recuerdo. Otros siguen a nuestro lado para el beneplácito de todos. Posteriormente la formación de especialistas se trasladó hacia Girón y ha mantenido un flujo constante, aunque irregular de profesores hacia el claustro.

Una vez consolidada su existencia Girón extendió su influencia por todo el país. Para finales de la década de los años sesentas en las provincias se habían creado facultades de medicina que solamente tenían alumnos a partir de tercer año. Los profesores de Girón fueron a esas facultades para iniciar la enseñanza de las ciencias básicas biomédicas y en todas ellas dejaron una estela de admiración y respeto ganada con su capacidad, dedicación al trabajo y sus magníficas relaciones humanas.

Con el primer grupo de especialistas en ciencias básicas se comienza a desarrollar en el centro la actividad científica que a lo largo de los años convertiría a Girón en un importante centro de investigaciones científicas y de educación posgraduada, contando hoy con varios doctores y másteres en ciencias, así como especialistas de primer y segundo grados. Primero se creó una unidad de ciencia y técnica que dio lugar a la formación del Centro de Investigaciones Biomédicas. Hemos sido la sede de numerosos eventos científicos relacionados tanto con las ciencias básicas como con su forma peculiar de enseñanza.

En esta misma línea y a tono con los tiempos, en 1972 se crea el departamento de Genética Médica y se inicia la enseñanza de la Genética en el pregrado. Por iniciativa del Comandante en Jefe al iniciarse el siglo XXI se realizó el descomunal estudio genético de la población que contó como protagonistas a los especialistas en Genética Clínica de todo el país formados en ese departamento. Los resultados de ese trabajo fueron de tal magnitud que el compañero Fidel decidió en 2003 fundar el Centro Nacional de Genética Médica cuyo prestigio ya trasciende las fronteras del país.

La actividad científica no se ha detenido ni aún en los momentos más difíciles. En el año 2009 comenzó el programa de reanimación de los laboratorios de ciencias básicas gracias a una donación de una organización no gubernamental extranjera. Desde entonces los laboratorios han reverdecido y se encuentran en condiciones de alcanzar objetivos superiores en la investigación científica y la educación posgraduada.

Como parte de ese programa se han realizado seis talleres nacionales en los cuales profesores de todo el país han sido capacitados en el uso de los modernos equipos de laboratorio proporcionados por ese proyecto. Todos ellos han tenido una gran concurrencia y aceptación por parte de los participantes. Durante esos talleres, usando una expresión de periodistas mediocres, Girón se convierte en la capital de las ciencias básicas biomédicas del país. Esa reanimación nos ha llevado a recibir profesores extranjeros con gran experiencia en la investigación científica, que han iniciado una fecunda colaboración con nuestro centro que esperamos se mantenga y alcance niveles superiores en los años venideros.

No hay que olvidar que este centro fue creado como una institución docente para la formación de profesionales de la medicina y ha sido una preocupación y ocupación constante la revisión y actualización de los planes de estudio. Comenzó con un plan integrado que no resistió la prueba del tiempo, pasó a un plan por asignaturas que dio paso a otro integrado que tampoco resistió el criterio de la práctica diaria. Con la creación del Ministerio de Educación Superior en 1976, se da inicio a una nueva etapa en la institución. Una febril actividad sacudió a Girón desde sus cimientos, era necesario cambiar todo lo que debía ser cambiado y a esa tarea se dio con prisa y sin pausa el claustro girondino. Ningún profesor quería ser considerado como un simulador de la cultura y un estafador de la juventud. Acorde con las nuevas directivas, la actividad académica se enrumbó hacia una concepción científica de la docencia.

Unos años después se inicia el programa del médico de la familia por iniciativa del Comandante en Jefe y se crea el destacamento de Ciencias Médicas "Carlos J. Finlay". Al mismo tiempo se creyó necesario elaborar un nuevo plan de estudios con una marcada inclinación hacia la asistencia primaria. El autor intelectual del plan fue el profesor Fidel Ilizastigui Dupuy quien, a pesar de sus reservas iniciales, quedó totalmente satisfecho con el apoyo que el claustro de Girón le brindó en esa tarea. Este plan de estudios marcó un punto de viraje en la educación médica superior en Cuba. Nunca fue sometido a un proceso formal de evaluación curricular, pero sus resultados han sido valorados muy positivamente por los millones de hombres y mujeres que en el mundo han recibido los servicios de los médicos cubanos y algunos extranjeros formados con él.

Con el año 2004 llegó el Proyecto Policlínico Universitario y de nuevo los profesores de Girón se propusieron salir airosos de esta nueva encomienda. La tarea era totalmente nueva. Sin embargo, el desafío se aceptó y se venció. El primero se septiembre del año 2004 en todos los policlínicos seleccionados estaban disponibles todos los materiales necesarios para comenzar el curso, gracias al trabajo denodado, eficiente y agotador de los profesores de Girón. Una vez más, entre tantas otras, Girón cumplía su compromiso de honor con la Revolución.

Por una decisión, al menos discutible, en el 2007 el plan de estudios diseñado para Venezuela sustituyó al plan vigente, pero fue necesario un proceso llamado de perfeccionamiento tomando la asignatura supuestamente integrada de Morfofisiología como única, para la enseñanza de las ciencias básicas. A pesar de que el claustro de "Victoria de Girón" unánimemente se manifestó en descuerdo con esa idea, emprendió el perfeccionamiento de los programas de Morfofisiología y, en solo tres meses, realizó el trabajo con la mayor calidad posible.

A finales de la década de los noventas la naturaleza cayó con una fuerza descomunal sobre nuestros pueblos de América. Por iniciativa del Comandante en Jefe se elaboró el Programa Integral de Salud para socorrer a los pueblos dañados por los huracanes. Como parte del programa estaba la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina con el propósito de formar los médicos que la región necesitaba. La participación de Girón en la creación de la Escuela Latinoamericana de Medicina fue decisiva. Fue un trabajo intenso y muy especializado, pero el día de la inauguración todo estaba listo para comenzar el curso. Hoy algunos han olvidado esa contribución y otros no la recuerdan, que no es lo mismo, pero es igual.

Pero Girón no ha realizado su actividad científico-académica encerrado dentro de su cerca como si fuera una torre de marfil. Antes, al contrario, su actividad ha estado vinculada permanentemente a la realidad de país. Así se ha movilizado en defensa de la Patria amenazada, o en labores productivas en la agricultura y la construcción, o en tareas de saneamiento ambiental. Una nota descollante de este vínculo fue su participación en la salvaguarda del orden durante los lamentables sucesos de la embajada del Perú, lo cual hizo que Girón fuera seleccionado por la más alta dirección del país para encabezar la primera Marcha del Pueblo Combatiente realizada en el mes de abril de 1980. Girón es pueblo y como pueblo se ha comportado.

A finales de la década de los años ochenta comenzó el desastre en los países socialistas europeos, que eran nuestros principales aliados políticos y socios comerciales. Se iniciaba el periodo especial en tiempos de paz. A pesar de los ingentes esfuerzos realizados por la dirección del país, resultaba imposible satisfacer las necesidades de la población. Los trabajadores de Girón como parte integrante del pueblo cubano sufrieron en carne propia todas las vicisitudes, privaciones y estrecheces del resto de la población. Pero como verdaderos dueños cuidaron su centro, lo mantuvieron activo y a pesar de todos los pesares podemos afirmar con sano orgullo de revolucionarios que ni una sola actividad docente, administrativa, política, sindical o social de importancia quedó sin realizarse. Permítanme en este día, cuando estamos celebrando el aniversario cincuenta y cinco de Girón, rendir un homenaje de admiración y respeto a todos y cada uno de los trabajadores de este centro, que en los años más duros del periodo especial supieron comportarse a la altura de las circunstancias, mantener en alto las banderas victoriosas de la Revolución y ser dignos del nombre que lleva la institución.

Como resultado del trabajo de profesores, trabajadores y estudiantes durante más de cincuenta años, así como por su belleza arquitectónica, en febrero de 2015 nuestro centro fue declarado Monumento Nacional.

Recientemente hemos comenzado a recibir masivamente estudiantes extranjeros que bien por interés personal, bien por interés de su gobierno han decidido estudiar medicina en nuestro país atraídos por el prestigio que la medicina cubana ha alcanzado en el mundo.

Los estragos del periodo especial unidos a otros factores hacen que hoy nuestro centro presente un estado poco edificante, especialmente en sus instalaciones. Pero ya comienzan a percibirse aires de recuperación que auguran para nuestro centro un futuro promisorio, como lo soñara nuestro creador y los profesores y alumnos fundadores. Los trabajadores de Girón, parafraseando a Ho Chi Minh podemos afirmar que " haremos un girón 10 veces más hermoso"

Así, sumidos en estos menesteres llegamos a los cincuenta y cinco años de la institución. Momento cuando se funden en uno solo los sueños cumplidos y los sueños por realizar. En estos años hemos tenido altas y bajas, aciertos y desaciertos, esperanzas y desilusiones, anhelos y frustraciones, en fin, nuestras luces y nuestras sombras.

Girón no ha transitado por una calzada real, sino por sendas preñadas de obstáculos que ha sabido vencer y seguir cuesta arriba en busca de la cima. Tal vez no hemos podido alcanzarla, pero ha valido la pena intentarlo. Son numerosos los trabajadores que no han podido compartir con nosotros esta fecha.

No podemos terminar estas palabras sin mencionar una vez más a quien tuvo el sueño de tener una institución de primera línea dedicada a las ciencias básicas biomédicas y cuya pérdida reciente aún nos conmueve a todos. Porque Fidel nos dejó un legado especial a todos nosotros, nuestro Instituto. Hacerlo funcionar como él soñara debe ser nuestro homenaje cotidiano a su memoria. Porque en definitiva son las masas anónimas las que hacen realidad los sueños de los grandes hombres . Seguros estamos que lo lograremos. Y a pesar de las dificultades presentes podemos celebrar con sano orgullo revolucionario nuestro 55 aniversario convencidos de que

"También en nuestras calles habrá fiestas".

 

Dr. Rolando A. Hernández Fernández

Profesor Titular del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón".

Recibido: 17 de octubre de 2017.

Aprobado: 6 de noviembre de 2017.





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