Señor editor:

Los problemas que afectan el medio ambiente son cada vez más graves y preocupan a personas de todo el mundo. En el caso de Cuba, según evidencias científicas, el clima se manifiesta más cálido y extremo, a lo que se une un incremento de la variabilidad en la actividad ciclónica.

En junio de 1992, en una cita de los líderes de casi todas las naciones en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, Brasil), el líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro Ruz expresó: “[…] Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre […]”. Esta frase transmitió a la comunidad mundial la verdadera dimensión de la crisis medioambiental.¹

De este modo, tiene importancia la comprensión de cómo y por qué el progreso económico y social futuro debe estar indisolublemente ligado a las políticas diseñadas para proteger el medio ambiente, y administrar con sensatez los recursos naturales. Así, en correspondencia con las ideas de Fidel Castro Ruz, el 25 de abril de 2017 se aprueba por el Consejo de Ministros la Tarea Vida para el enfrentamiento al cambio climático.

La Tarea Vida se sustenta sobre una base científica multidisciplinaria, que da prioridad a los municipios costeros, y contempla acciones estratégicas y tareas dirigidas a contrarrestar las afectaciones en las zonas vulnerables. Dentro de sus acciones prioritarias está fortalecer los sistemas de monitoreo y vigilancia para evaluar el estado del agua, la sequía, el bosque, y la salud humana, animal y vegetal.

En Cuba se han identificado áreas priorizadas teniendo en cuenta la preservación de la vida de las personas en los lugares más vulnerables, la seguridad alimentaria y el desarrollo del turismo.²

En Sancti Spíritus se ha desplegado una actuación integral con acciones de adaptación y mitigación en las zonas y los lugares priorizados: los asentamientos costeros con afectación total o parcial debido al ascenso permanente del mar (Tunas de Zaza-Médano y Casilda) y áreas para el cultivo del arroz, ubicadas en la llanura sur de La Sierpe, donde sufren salinidad los suelos y los acuíferos, debido a la penetración del mar.

En 2018 el Consejo de la Administración Provincial (CAP), y las entidades y los organismos vinculados a la realización de estos empeños desplegaron casi 140 acciones, fundamentalmente en los tres municipios más priorizados (Trinidad, Sancti Spíritus y La Sierpe), para contribuir a minimizar los impactos ante las vulnerabilidades identificadas en las investigaciones y los estudios desarrollados.

En el Sur del Jíbaro (La Sierpe) se combate la salinización con la introducción de nuevas variedades de arroz de mayor rendimiento, y mejores tolerancia y adaptabilidad a estas condiciones. También se han aplicado tecnologías de avanzada para la nivelación de las áreas en busca de incrementar la eficiencia de los sistemas de riego superficial, se les ha dado mantenimiento a decenas de kilómetros de canales y obras de fábrica para un mejor manejo del agua con fines productivos.

En la península de Ancón (Trinidad) se desarrolló el estudio “Dinámica costera en playa arenosa de Ancón”, en el que se estimó la pérdida de un metro de arenas al año por erosión; se realizó la búsqueda de cuencas arenosas por la necesidad de vertimiento en esa zona a mediano plazo; y se labora para la rehabilitación de esa área, con medidas antierosivas frente al Hotel Ancón, y para la restauración de la vegetación típica en toda la península.

El sector salud ha trazado un grupo de investigaciones relacionadas con el cambio climático y las enfermedades no transmisibles, en especial, el estrés térmico, las dolencias renales y cardiovasculares, el asma bronquial, y el dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla, debido a la proliferación de mosquitos.³

En la Universidad Ciencias Médicas de Sancti Spíritus se trabaja con proyectos de investigación tributarios a la Tarea Vida, a partir de los reclamos de la sociedad y del Ministerio de Salud Pública. Se ha indicado diseñar y desarrollar cursos de posgrado y diplomados en todas las universidades con temáticas relacionadas con el enfrentamiento al cambio climático, para lo cual se han impartido cursos, diplomados y conferencias.

Desde 2019 se inician los planes de capacitación y superación al personal de salud, como factor fundamental para el enfrentamiento a las consecuencias del cambio climático en la salud del hombre. Mediante estas diferentes modalidades de enseñanza se ha elevado el nivel de información en los participantes; así, se han identificado los diferentes factores que podrían influir en el estado de salud de las personas debido a las consecuencias directas de cambios del clima o la acción que pueda ejercer sobre ellos el medio donde habitan o trabajan.

La Universidad de Ciencias Médicas de Sancti Spíritus tiene implementado un plan de acción con tareas encaminadas a lograr una adaptación ante los cambios climáticos que cada día ejerce su mayor efecto sobre la salud humana, cuyo cumplimiento se logrará a corto, mediano y largo plazo. Para alcanzar estas metas se hace imprescindible la concientización sobre la importancia de esta tarea a todos los niveles de dirección para garantizar el éxito de la ejecución de los proyectos de investigación aprobado por los consejos científicos.